Elvis le disparó al suyo

La sensación italo-argentina en el mundo automotriz de este siglo es el Pagani Zonda, aunque la historia con esta mezcla no es nueva; incluso los personajes son diferentes. Mucho antes de que un argentino radicado en Italia construyera un superdeportivo de antología (estamos hablando del Pagani Zonda de reciente manufactura), se construyó una historia similar, pero hace 40 años con resultados igualmente impactantes: de Tomaso.

 

Alejandro de Tomaso era un argentino hijo de italianos que administraba un gran rancho a las orillas del Mar de la Plata. Aparte de hacerla de gaucho, a de Tomaso le gustaban los autos, en especial los italianos, por lo que aprovechaba cualquier oportunidad para correr en competencias en Argentina.

 

Según historiadores, de Tomaso abandonó Argentina a raíz de una polémica contra el entonces dictador Juan Perón. En 1955 se mudó a Italia con todo y su pasión por los autos; mismo hobby que el de una estadunidense de nombre Isabelle Haskell, a quien conoció en el mundo de las carreras. Juntos compitieron en diferentes eventos. Dos años después se casaron en Florida. Y, también, dos años después, ya habían fundado su fábrica de autos.

 

de Tomaso Automobili nació en 1959 en Modena, Italia (vecinos de marcas como Ferrari, Maserati y Lamborghini). Al poco tiempo ya tenían su primer auto: un Formula 2 de 1.5 litros que el mismo de Tomaso manejó en Sebring. La fábrica siguió produciendo autos de carrera hasta que en 1963 creó su primer vehículo de calle: el Ballelunga, un deportivo con un pequeño motor derivado de un Ford 4 cilindros.

 

La marca cobró vuelo cuando el suegro de Alejandro de Tomaso le prestó una fuerte suma de dinero para crear el Mangusta, con carrocería diseñada por Giorgetto Giugiaro, de Ghia. Además de la impactante carrocería, el auto portaba un poderoso V8 de 4.7 litros proveniente de Ford. A propósito, Mangusta es de los pocos animales que se atreve a enfrentar y comerse a las cobras; en ese entonces Carrol Shelby era el rival a vencer en las pistas con su impresionante Cobra.

 

Pero cuando de verdad se pusieron interesantes las cosas fue en 1969, cuando Ford, después de haber sido rechazada por Ferrari, seguía insistiendo en una marca de autos italianos exóticos hasta dar con de Tomaso Automobili. La compañía estadunidense compró una buena parte de la italiana junto con la casa de diseño Ghia (recuerde el Topaz de lujo de los noventa con este apellido), la cual ya había creado el impresionante de Tomaso Pantera.

 

El auto era un superdeportivo como tal, con motor central de origen estadunidense V8 de 5.8 litros que erogaba una potencia de 330 hp en su versión más poderosa. Esta fuerza se transmitía a las masivas ruedas traseras mediante una caja de 5 velocidades. El 0 a100 km/h lo hacía en 5.5 segundos y lograba una velocidad punta de 256 kh/h.

 

Las líneas del Pantera eran bastante agresivas y avisaban de su poderío en ruta. Su afilado frente y abrupto corte trasero lo perfilaban como una cuña elevada, mientras que sus impresionantes llantas traseras, junto con un gran alerón, era todo lo que los demás vehículos veían una vez que el Pantera los dejara atrás. Por todo esto, era considerado un auto exótico, aún con el origen humilde de su motor.

 

Muchos piensan que el auto fue descalificado injustamente por supuestas fallas mecánicas. Sucede que, cuando el Pantera fue exportado a Estados Unidos, algunas unidades sufrieron desperfectos, pero que no eran cosa del otro mundo. Tal vez esta mala fama venga de un hecho un tanto curioso: el Rey del Rock, Elvis Presley, era un fanático de los autos (es famoso por sus Cadillacs y las Harley que conducía) por lo que compró un Pantera amarillo. Un día, en circunstancias no del todo claras, se subió a su de Tomaso Pantera y este no quiso arrancar. Enfurecido, sacó un arma y le disparó en tres ocasiones. Se volvió a subir y arrancó. De los tres disparos, dos fueron reparados: el de la puerta y el salpicadero; un tercero se incrustó en el manubrio, donde sigue hasta la fecha.

 

Carlos Martín

 Fotos: Flirkr, Coverscars, Supercars, Taringa

Dato: en Los Simpsons, en las caricaturas de Tom & Dali, un ratoncito caracterizado como Elvis se enoja con la tele porque no funciona y le dispara.