El auto que dejó obsoletos a todos los demás el día que nació

En 1955 Citroën presentó el DS y de inmediato dejó obsoletos a todos los demás coches del mundo. Así de simple, así de impactante y así se le recuerda. El DS fue el automóvil que llegó para deshacer todos los moldes y costumbres de la industria automotriz de ese entonces y marcó una era que hasta ahora ninguna marca ha igualado.

Imagínese que usted entra a una agencia de autos y le muestran un auto con una línea limpia, fluida, que agrada a la vista desde el primer momento; además tiene suspensión neumática que otorga una marcha confortable e insuperable; este mismo sistema permite elevar el auto desde el habitáculo y sin necesidad de un gato hidráulico, de no creerse; faros delanteros que giran para mejorar la iluminación en curva; frenos de disco en las cuatro ruedas; caja de velocidades automática, pero sin palanca ni embrague, ya que solo se necesitan un par de botones para su funcionamiento… Pareciera que estamos hablando de un modelo futurista de Mercedes-Benz, BMW o Bentley. La verdad es que se trata del Citroën DS de 1955.

Esta escultura rodante está calificada por expertos y fanáticos como uno de los autos más hermosos del siglo XX, e incluso de la historia. Sus adelantos tecnológicos y el diseño que nació a mediados de siglo dejaron perplejos hasta los más escépticos y no por nada es catalogado como el sedán del siglo, e incluso otros más en su veneración lo proclaman el automóvil del siglo. La única queja, que sí tuvo, fue su modesto motor: un cuatro cilindros, 2 litros que apenas generaba 77 hp; eso sí, era de aluminio.

Como dato extra: la peculiar forma del poste ‘C’, el cual termina de forma abrupta, se debe a que el diseño original del auto era más fluido, desde el parabrisas hasta el cristal trasero. Esto hacía que el auto fuera demasiado largo, por lo que se optó por cortar la línea de manera drástica dándole su inconfundible forma (sin olvidar sus curiosos luces al final del techo).

Con estos antecedentes, la marca francesa intenta revivir las glorias con dos modelos que portan el apellido del afamado sedán: el DS3 y el DS4, automóviles compactos derivados del C3 y el C4, respectivamente, y que no son otra cosa más que coches comunes con rediseños en la carrocería y un precio mayor para hacerlos más exclusivos. Por tanto se ve difícil que lo logre; aunque Citroën pudiera dar la sorpresa con modelos basados en los sedanes grandes de la casa: el C5 o el C6, este último con herencia directa del DS de 1955 en cuanto a su suspensión hidroactiva. Lástima que no los veremos en México, no en el corto plazo.

Así, Citroën quiere revivir las glorias del DS con estos nuevos modelos. Será difícil lograrlo.

Carlos Martín

Fotos: Taringa, Wikipedia y NetCarShow

Nota: de niño recuerdo que mi papá en una ocasión me mostró un Citröen DS. Me comentó que les decían los cara de tiburón, por su peculiar forma al frente. Hoy no recuerdo la calle o avenida de Guadalajara por la que iba circulando, pero lo que sí sé es que de inmediato llamó mi atención (tuve uno de juguete y era de mis favoritos, el verdadero y el carrito). Años después, cuando estaba en la preparatoria y ya manejaba por toda la ciudad, en un taller de laminado sobre la avenida Revolución tenían uno, vagoneta. El coche duró ahí eternidades; una tarde ya no estaba. Dijeron que un tipo llegó con una grúa, pagó de contado y se lo llevó.